martes, 31 de julio de 2012

Camino de Santiago, 7º día: Ligonde - Ponte Campaña


11 de agosto de 2010
Querido Pedrovi, hoy me he levantado con las pilas cargadas. La etapa de ayer al ser relajada y corta, ayudó a reponer las fuerzas.
Como todos los días, sonó el despertador, le dije a Elisa que se levantara, y ella quería quedarse en la cama, habíamos acordado levantarnos a las 6:30 para terminar pronto la etapa de hoy. Yo ya estaba vestida, recogí mis sábanas, quería ayudar a Elisa con las suyas mientras se vestía y se hacía la cura en el pie, ya que tenía una herida que tenía que desinfectarse todos los días, pero ella se negaba a levantarse, así que bajé sola a desayunar. Había de todo en la mesa, pan de molde, mermelada, nocilla, cacao, café, cereales, zumo, me quedé alucinada. Al rato bajó Elisa y no cruzamos palabra durante el desayuno. Rellenamos el cuestionario, nos pusimos las botas y nos despedimos de los italianos que ya también habían bajado a desayunar.
Hasta que llegamos a Palas do Rei, no cruzamos una sola palabra, el enfado duró sólo dos horas, un tiempo récord teniendo en cuenta que cuando nos enfadamos podemos estar días sin hablarnos. Pero bueno, supongo que son cosas que implica en Camino, cosas que pasan al convivir tantos días y tantas horas en común, detalles sin importancia al fin y al cabo.
Como te decía, salimos de Ligonde avanzando junto a la carretera por un caminito de tierra que había, aunque yo prefería ir por el asfalto. Me llamaron la atención los cementerios, estaban junto a la carretera, sin ninguna valla, ningún muro ni nada, era un poco escalofriante y me dio algo de mal rollo.
Como te comentaba, en dos horas llegamos a Palas do Rei, nuestras intenciones eran quedarnos allí, pero como llegamos pronto decimos avanzar hasta el siguiente pueblo.
Nos adentramos en lo que era el centro de Palas, allí Elisa compró una rodillera, ya que la rodilla se resentía cuando bajaba cuestas, y yo compré Reflex, por el tirón en la ingle, que aunque ya no me molestaba tanto como ese día en Ventas de Narón, lo seguía notando. Me lo eché en la ingle y en los gemelos que los tenía algo cargados, no te imaginas el magnifico alivio que sentí, me refrescó las piernas, sentía como se me relajaban los gemelos y como el tirón se aliviaba un poco. Podría haber usado el alcohol de romero de Elisa, pero es más bien para dar masajes, y yo no estaba por la labor de darle masajes a Elisa, ni Elisa a mí, así que, desde ese día empecé a amar el olor del reflex, ese olor que antes me repugnaba.
Paramos a tomar algo, y esa noche y las siguientes celebraban actos con motivo del Xacobeo (Ultreia Mundi se llamaba la especie de festival) y en una plazuela unos chicos estaban ensayando una obra de teatro que se iba a celebrar esa noche, mientras unas chicas ensayaban una bonita y relajante canción a capella para la obra, que tararee hasta que llegamos al albergue en que nos quedamos. Mientras tomábamos algo, observábamos el ensayo.
Nos pusimos en marcha de nuevo, ese trozo aunque fue corto se me hizo algo pesado. Nos topamos con una familia entera que estaba haciendo el camino, a nuestro lado pasó un niño al que Elisa preguntó si estaba cansado, el respondió muy seco que sí, le hizo otra pregunta más, le contestó, y muy avergonzado escapó de nosotras xD
Llegamos a Ponte Campaña, nos quedamos en una casa de campo rústica y acogedora, dónde volvimos a coincidir con un grupo de tres chicas que estaban haciendo el camino, que ya habíamos visto varias veces. A una de ellas la conocíamos como “La famosa” pues cuando comimos en Ventas de Narón la camarera le dijo que le sonaba mucho su cara, y ella le respondió que trabajaba en una serie, la cual nosotras ni zorra idea, su cara nos resultaba familiar, pero... no sabíamos quien era. La famosa y sus amigas, cuando se estaban registrando en el albergue de Ponte Campaña, el señor le dijo que su cara le sonaba, ella dijo que era famosa, pero ya no sabemos si de coña o en serio, el caso es que como algún día la vea por la tele me voy a emocionar toda.

Elisa prefirió antes de ducharse lavar su ropa, mientras yo iba a la ducha, y le pedí vez a una de las amigas de La Famosa, que iba detrás de otra de sus amigas. Cuando salió la que se estaba duchando, me dijo que fuera para el baño a guardar el sitio, que si no se me iba a colar otra paisana, la verdad es que me daba igual, pero le agradecí que me avisara y me fui al baño. Cuando la otra amiga de La Famosa se terminó de duchar, llevaba un sobre de mascarillas de estas que son de frutas, y lo tenía por la mitad, me ofreció lo que quedaba ya que se iba a perder, pero tenía el pelo tan hecho mierda que una mascarilla de papaya no me iba a solucionar mucho xD y luego no sé que me dijo pero la verdad no la escuché, sólo quería meterme ya en la ducha.
Le dije a Elisa que detrás mía iba la paisana que supuestamente se iba a colar, que estuviera atenta que iba detrás de ella. Cuando salí de la ducha fui a lavar yo mi ropa, Elisa estaba tumbada en mi cama mientras esperaba su turno. Lave mi ropa, la tendí, y vi como la paisana que iba detrás mía estaba lavando su ropa. Llego a nuestras literas y Elisa se había dormido xDDDD la desperté para que no se le colara nadie.
Una vez limpias, fuimos a comer, nos pillamos un bocata y compramos un helado. Nos quedamos fuera comiéndolo y aquí es cuando entra en escena la anécdota de la silla verde. Puede que no te haga mucha gracia, porque contado pierde chispa, pero nos reímos mucho. Estábamos comiendo el helado tan happys in the garden cuando Elisa quiso sentarse, había una silla verde, y cuando fue a sentarse.... zas, porrazo on the flour xDDDD fue muy gracioso, lo que pasó fue que la silla parecía que estaba hecha de chicle, desgastada por el Sol, una de las patas de dobló, y Elisa terminó en el suelo, pero antes de caer, encima de la silla hizo un movimiento raro, como una S... como si bailara encima de la silla sabes? Nos reímos mucho juntas. Elisa se levantó riéndose, La famosa y sus amigas se dieron cuenta y le preguntaron si se encontraba bien, que esas sillas muy seguras no eran dijeron. Elisa salió sin daños, pero su helado no pudo contar lo mismo...
Después fuimos a descansar. Nos quedamos dormidas toda la tarde.
Cuando fuimos despertando, oímos a La famosa y cía comentar de qué se iba a disfrazar. Como nosotras estuvimos durmiendo como morsas toda la tarde, no nos enteramos.
En frente del albergue había un riachuelo con un pequeño molino así que fuimos hasta allí. Yo metí los pies en río, fue muy relajante, pero con cuidado para que no se repitiera el suceso de Villafranca, aunque hubiera sido muy gracioso xD

Como no quedaban plazas libres en el albergue, el dueño dejó dormir a un paisano en el molino, que a partir de ahora llamaremos el Calvito Majo. Se había disfrazo de intento de romano con una sábana y unas hojas, y al salir nos saludó todo mono el luciendo su modelo.
Cuando volvíamos al albergue, escuchamos una gaita, el dueño estaba tocándola en el jardín alrededor de los peregrinos, que le dieron un un aplauso cuando terminó. Ya casi todos estaban cenando, al final resulta que sólo se disfrazaron 4 gatos, tampoco había mucho material para disfrazarse, pero bueno. Al entrar al restaurante el Calvito Majete, poniéndose las botas nos dijo a ver si nos sentábamos a cenar. La cena comunitaria era con menú, y nosotras no teníamos mucho apetito y el restaurante estaba muy lleno, así pedimos unas ensaladillas y salimos fuera, así también aprovechamos ambas para hablar por teléfono, que me había llamado mi amiga Isa y aproveché para hacerle un resumen de lo que habíamos vivido hasta ahora.
Ya entrando la noche, mamá me llamó por teléfono y hablamos un rato largo, después me dediqué a escribir el diario, la verdad es que se estaba muy bien ahí fuera. Nos fuimos a la cama, y el día en Ponte Campaña terminó.

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