martes, 31 de julio de 2012

Camino de Santiago, 6º día: Portomarín - Ligonde


10 de Agosto de  2010
Hola Bobi! Hoy estamos destrozadas, me he levantado y casi no puedo ni andar, estoy agotada, sin embargo, hasta ahora hoy ha sido el mejor día del camino.
Después de la paliza que nos metimos ayer nuestro plan era pasar toda la mañana en Portomarín y hacer camino por la tarde hasta Ventas de Narón (no sé si hemos estado alguna vez allí porque el nombre me suena muchísimo), pera andar pocos kilómetros, es decir, un día de relax. Hoy nos hemos levantado tarde a posta, sólo quedábamos nosotras y dos parejas en el pabellón xD.
Hemos desayunado en un parque, pues el día anterior compramos cosas para hoy, bollería, batido de chocolate... uff como nos pusimos...
El día ha amanecido gris y ha estado lloviendo, seguramente por la tarde habría hecho mejor tiempo, pero abortamos los planes y nos dirigimos a Ventas.
Nos encontramos con un grupo de chavales que parecía que iban en una especie de excursión, aunque creo que no estaban haciendo el camino pues no llevaban mochila o las llevaban muy pequeñas.
Nos dirigíamos a Gónzar, a mitad de camino paramos en un pequeño merendero, nos sentamos y un hombre al pasar nos dijo: ánimo que ya queda poco. Yo me emocioné, se lo dije a Elisa, pero no le dije que casi estuve a punto de llorar. Nos quedan 4 días de camino aún, pero era cierto, ya quedaba poco, había pasado lo peor, y en nada llegaríamos a la meta, la emoción me embargó, no me lo podía creer.

Peregrinos descuidados.

Pasaron dos horas, llegamos a un pueblo que no sabíamos cuál era, pensando que sólo habíamos hecho 4km, pero ¡sorpresa! Ya llevábamos 7 y estábamos en Gónzar! Lo que se merecía un descanso en un bar, un zumo de melocotón y unos frutos secos para reponer energías. En la puerta del bar había una pareja que hacía el camino con en un carruaje, tenías que haberlo visto, llevaban cabras... gallinas... madre mía! Capto la atención de todos los que estábamos allí. En este bar me dí de cuenta de que no me habían sellado la credencial en Portomarín!!! así que Elisa me hizo una copia a mano del sello que tenía en su credencial xD
Nos ponemos camino a Ventas. Pasamos por un pueblo que Elisa creía que era Ventas, así que nos desviamos del camino. Cuando vimos que se trataba de Hospital, volvimos al camino, dimos un pequeño rodeo por la nacional xD. Aquí lo pasé mal, pues me dio un tirón en la ingle cuando sólo quedaba 1,5km para llegar a Ventas. Se me hizo eterno, parecía que estaba coja, fue el kilómetro más largo de mi vida.
Llegamos a Ventas, no hay plaza en los albergues, ¡bien! De todas formas, era la hora de comer, así que pedimos dos menús y descansamos allí un rato.
A mitad de la comida, como todas las mesas estaban llenas y la nuestra era grande, unos señores nos preguntaron a ver si podían sentarse con nosotras, no había ningún problema, así que charlamos un rato con ellos eran muy majos. Eran cuatro, tres señores y una mujer y eran andaluces. Me quedé anonadada cuando vi que uno de ellos abría el maletero de un coche, pensé que lo estaban haciendo en coche o algo, pues resulta que tres de ellos hacían el camino en bici y el cuarto les acompañaba en el coche, iba delante de ellos y les esperaba a final de etapa. Fue un rato muy agradable, un señor contaba muchos chistes, uno de ellos muy malo de un pedo de un maricón o no sé que, y nos preguntaron a cerca que hacer el camino andando, que cuanto nos pesaba la mochila, cuánto tardábamos en las etapas etc. Les contamos los planes que teníamos (irnos a Coruña después del camino). Nos dijeron que ellos iban de hotel, dijeron que ellos no se meterían en duchas comunes, nosotras nos callamos y nos reímos por lo bajini. Compartimos con ellos los mapas que teníamos y hablamos de algunas etapas.
Nos despedimos de los andaluces tan majos y retomamos el camino hasta Ligonde, el próximo pueblo con albergue que estaba a 3km.
De camino, nos adelantó el andaluz que conducía el coche y nos pitó, detrás de él venían el resto de ellos en bici y nos saludaron muy majos, el último dijo a voces “pasarlo muy bien en Coruña!!!” que majos! A pesar de ser más mayores que nosotras, tenían mucha más energía.
Había 3km hasta Ligonde, del cansancio que tenía pensaba que se me iba a hacer eterno, pero no, se pasaron sorprendentemente muy rápido.
Lo siento Pedrovi, hoy vas a tener que hacer un gran esfuerzo leyendo, porque de este pueblo tengo mucho que contarte aún y tengo que contártelo todo.
Ligonde es una pequeña aldea, al adentrarnos en el pueblo, podemos ver una casa donde durmió Carlos XV (creo) era un antiguo hospital de peregrinos.
Seguimos avanzando en busca de un albergue, hasta llegar a una mesa dónde están unos chicos, en frente de un albergue dónde ofrecían café y té gratis a los peregrinos.
Estaban hablando con unas peregrinas sobre algo de apoyo espiritual o no sé que.
Paramos a sellar, los chicos eran super majos, había unas chicas y dos chicos en la mesa muy simpáticos, uno se llamaba Nacho y el otro... Israel? Algo así. Al sellar mi credencial se fijaron en el sello a mano de Portomarín “eh tío, como mola!” y de coña me dijeron que con esto no me iban a dar la Compostela, que era una falsificación! Nacho bromeó que alguien podría falsificar la credencial y poner que había venido desde China xD Nos preguntaron desde dónde habíamos salido“de Ponferrada” y de dónde éramos “de Ponferrada” ante la redundancia de las respuestas se empezaron a reír como niños, y nosotras, como dos adolescentes hormonadas (Nacho era muy guapo...) nos empezamos a reír como tontas también. Isra, dijo “así que un día salisteis de casa y dijisteis, vamos a hacer el camino no?” y se rieron otra vez a su royo. En realidad Pedrovi, esto no es relevante, pero quiero contártelo porque fue un momento muy gracioso aunque no lo parezca.
Preguntamos a ver si había sitio en el albergue, y dijeron que se lo teníamos que preguntar a Patxi, que estaba ahí, pero nosotras no veíamos a nadie, lo llamaron varias veces, nadie contestaba, estaba dormido y cuando viene nos dice: “Hola, qué tal” y se queda todo seco sin decirnos nada más, todos se empezaron a reír y uno dijo “joder Patxi, que amable” el pobre se acababa de levantar de la siesta y estaba empanadillo.
Sí que quedaban plazas, pasamos y nos dijo que nos sentáramos. Y ahora es cuando sabemos donde nos hemos metido. Nos comentó que era un albergue de una asociación religiosa, llamada la Fuente del Peregrino, que es un albergue no oficial, que eran católicos y que buscaban algo espiritual, que si hay algo en lo que nos pudieran ayudar, que lo harían, y cada semana había diferentes voluntarios en el albergue, daban comida y cama gratis y nos dijo que no importaba que fuéramos creyentes o no, de hecho no nos lo preguntó. Después Elisa y yo bromeamos y dijimos que le teníamos que haber que éramos lesbianas a ver que cara ponía xD
Nos enseñó las instalaciones, los baños estaban muy limpios, con velitas y todo y las camaas eran individuales dónde encima había unos folletos y un DVD sobre noséque de Cristo que nos podíamos llevar. Nos dijo que dentro de un rato fuera iban a hacer lo que llamaban el Camino del alma, un círculo donde cantan canciones y cuentan historias, que estábamos invitadas pero que no nos sintiéramos obligadas. Al final no fuimos porque Elisa se quedó dormida y yo me quedé escribiendo el diario.


Bajamos a la calle, en este albergue encontramos a los chicos de las tiendas de campaña, uno dormía dentro, y otro fuera porque no le molaba el rollo religioso. En Portomarín se quedaron sin sitio en el pabellón, nos dijo que haber que tal se había portado la gente y el nos comentó que les mandaron a un camping a los que se quedaron sin sitio, que hubo mucho jaleo y gente haciendo botellón y tuvo que ir la policía y todo (o que casi la llaman, no recuerdo bien).
Acampado fuera encontramos a un holandés, que había hecho ya el camino de Santiago en bici y ahora estaba volviendo a casa en bici también. Iba hablando en inglés con todos los peregrinos que iban llegando. Se nos acercó y era hora de volver a sacar nuestros conocimientos del inglés. Nos dijo que llevaba allí varios días ya, que dormía fuera pero comía con ellos y se apuntaba a las canciones que cantaban por la tarde, que le había gustado ese sitio porque eran muy buena gente y eran como una familia.
Resulta que Nacho, tenía dos hijos, un niño pequeño y una niña de pocos meses. El enano estaba jugando fuera, cuando vio un perrito, se quedó todo petrificado mirándolo y de repente soltó un gritito y salió corriendo, fue muy gracioso.
Los voluntarios empezaron a prepararlo todo para la cena, les dijimos a ver si querían ayuda, dijeron que no, que teníamos que descansar pero insistimos y les ayudamos a poner unos bancos.
Acababan de llegar dos chicas que venían en bici, cuando casi morimos por ataque de vaca. Nos damos la vuelta y vemos que una vaca viene corriendo a donde nosotras, tuvimos que correr para salvar nuestras vidas (vale, estoy exagerando un poco), fue un momento muy gracioso.

Entramos a cenar, pedazo de cena! Ensalada, unos fréjoles que estaban riquísimos, lomo, revuelto de gambas y noséque más, sangría, refrescos y sandía de postre, como reyes. El holandés se puso hasta arriba de sangría, le encantaba y hasta se comío la fruta que quedaba en la jarra. Lo mejor de la cena fueron los hijos de Nacho, que graciosos eran! Cada uno dijimos de donde veníamos (por supuesto Irra Isra, que estaba un poco malito, se acordaba que veníamos de Ponferrada) y empezamos a charlar.
Nos encontramos muy a gusto con ellos, parecía que todos nos conocíamos de toda la vida, los voluntarios eran muy alegres, bromistas y charlatanes, y super simpáticos.

Si te digo la verdad, tenía un prejuicio equivocado sobre la gente católica, siempre nos imaginamos a los católicos como gente tradicional, cerrada y no abierta a los demás que son como ellos, si nos dicen que una persona joven es católica y manifiesta abiertamente que ama a Dios nos la imaginamos super cerrada, paleta o sosa. Pues esa fue la primera lección visible del Camino, nada es lo que parece. Eran chicos super majos, frikis (tienen un Fanzine católico xD) y hasta fiesteros, uno, el de pelo rizo nos contó que whisky era el que bebía él los findes cuando salía de fiesta xD. Antes de cenar, hicieron algo así como bendecir la mesa, este chico que te digo, nos explicó que para ellos Dios era lo más importante y cosas así.
Después nos dijeron que hacían una charla coloquio, donde tomaban tés y planteaban temas.
Después de ayudarles a recoger los platos, donde pude entrar a la cocina, que pedazo de cocina! Salimos a fuera a hablar por teléfono hasta que empezara el coloquio. Cuando estaba hablando contigo por el móvil casi me atropella una vaca... xD
Entramos, en la mesa tenían multitud de cajas de tés, agua caliente (obviamente xD) y pastas. Nacho, (que estaba sentado a mi lado LELELELELEEEEEEEE) cuando le pedí el azúcar para Elisa (es que aún encima sabes que el té lo tomo sin azúcar!) desapareció, y me dijo que a ver si me había comido yo todo el azúcar! Y se empezó a reir, que majo! Luego se la devolvería yo cuando me pidió que le pasara las pastas ¬¬ jajajaj tengo su imagen grabada en la mente cuando se empezó a reír con la boca llena, casi le explotan los carrillos hahahah joooo es que era tan majo!
Bien, pues el coloquio empezaba, nos mostraron un cuadro de Rembrandt, en el que creo recordar que aparecía alguien caído al mar, y... un apóstol... o alguien tendiéndole la mano para ayudarle... ¿? que desastre soy, bueno, el caso es que el de rizos, nos contó la historia relacionada con el cuadro. Nacho hace un resumen breve y cutre y modernizado de la historia, de la de la historia “oh my God!” dijo xD
Nos preguntaron que tenía que ver el cuadro con el Camino de Santiago, un hombre Italiano que se quedaba allí esa noche también, acompañado de su mujer, explicó en italiano lo que opinaba sobre el cuadro. Entre todos sacaron la conclusión de que ayudando al prójimo todos podíamos ser Dios, supongo que querría significar también que debemos ayudar a nuestro compañero peregrino siempre que lo necesite.
Como dijo Nacho “Tutti podemos ser Dios” y a raíz de esto, los chicos empezaron a decir palabras que llevaban tutti, “tutiplen” “tutti frutti” que bobos y que majos... dije ya que eran muy majos? Jujuju.
Y entonces a partir de ahí seguimos hablando del camino de Santiago, María, la mujer de Nacho, comentó que había hecho el camino varias veces, y no se imaginaba como lo pasaría alguien que hiciera el camino sólo, sin nadie que le apoyara en momentos de bajón y sin nadie que te diga “vamos, a delante” ahí casi me emociooonooo xD
Al terminar, nos dijeron que al día siguiente que el desayuno estaría preparado en la mesa, que por favor quitáramos las sábanas al día siguiente y la funda del edredón y las bajáramos y que nos dejarían unos cuestionarios anónimos para opinar sobre el trato recibido y sobre el albergue. La mujer italiana le preguntó donde se podían dejar donaciones y le dijeron que en una caja que estaba en frente de la mesa. Elisa y yo habíamos dejado los donativos en una caja que estaba al lado de la puerta, así que le dije a Nacho por lo bajini que nosotras lo habíamos puesto ahí, no para que supiera que lo habíamos dejado eeh? Si no por si estaba mal puesto ahí o algo, para que lo supieran. Al subir a la cama nos despedimos de ellos y Nacho me dijo que a qué hora nos levantábamos, yo le dije que sobre las 6 ó 6:30, los ojos casi se le salen de las órbitas y dijo “Pues nada, encantado de haberos conocido” Yo también Nacho, yo también...
Y nada, nos fuimos a la cama, ellos quedaron preparando las cosas del desayuno, y yo no me dormí hasta que Nacho subió a la cama... patético, pero cierto.

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