11 de agosto de 2010
Querido
Pedrovi, hoy me he levantado con las pilas cargadas. La etapa de ayer
al ser relajada y corta, ayudó a reponer las fuerzas.
Como
todos los días, sonó el despertador, le dije a Elisa que se
levantara, y ella quería quedarse en la cama, habíamos acordado
levantarnos a las 6:30 para terminar pronto la etapa de hoy. Yo ya
estaba vestida, recogí mis sábanas, quería ayudar a Elisa con las
suyas mientras se vestía y se hacía la cura en el pie, ya que tenía
una herida que tenía que desinfectarse todos los días, pero ella se
negaba a levantarse, así que bajé sola a desayunar. Había de todo
en la mesa, pan de molde, mermelada, nocilla, cacao, café, cereales,
zumo, me quedé alucinada. Al rato bajó Elisa y no cruzamos palabra
durante el desayuno. Rellenamos el cuestionario, nos pusimos las
botas y nos despedimos de los italianos que ya también habían
bajado a desayunar.
Hasta
que llegamos a Palas do Rei, no cruzamos una sola palabra, el enfado
duró sólo dos horas, un tiempo récord teniendo en cuenta que
cuando nos enfadamos podemos estar días sin hablarnos. Pero bueno,
supongo que son cosas que implica en Camino, cosas que pasan al
convivir tantos días y tantas horas en común, detalles sin
importancia al fin y al cabo.
Como
te decía, salimos de Ligonde avanzando junto a la carretera por un
caminito de tierra que había, aunque yo prefería ir por el asfalto.
Me llamaron la atención los cementerios, estaban junto a la
carretera, sin ninguna valla, ningún muro ni nada, era un poco
escalofriante y me dio algo de mal rollo.
Como
te comentaba, en dos horas llegamos a Palas do Rei, nuestras
intenciones eran quedarnos allí, pero como llegamos pronto decimos
avanzar hasta el siguiente pueblo.
Nos
adentramos en lo que era el centro de Palas, allí Elisa compró una
rodillera, ya que la rodilla se resentía cuando bajaba cuestas, y yo
compré Reflex, por el tirón en la ingle, que aunque ya no me
molestaba tanto como ese día en Ventas de Narón, lo seguía
notando. Me lo eché en la ingle y en los gemelos que los tenía algo
cargados, no te imaginas el magnifico alivio que sentí, me refrescó
las piernas, sentía como se me relajaban los gemelos y como el tirón
se aliviaba un poco. Podría haber usado el alcohol de romero de
Elisa, pero es más bien para dar masajes, y yo no estaba por la
labor de darle masajes a Elisa, ni Elisa a mí, así que, desde ese
día empecé a amar el olor del reflex, ese olor que antes me
repugnaba.
Paramos
a tomar algo, y esa noche y las siguientes celebraban actos con
motivo del Xacobeo (Ultreia Mundi se llamaba la especie de festival)
y en una plazuela unos chicos estaban ensayando una obra de teatro
que se iba a celebrar esa noche, mientras unas chicas ensayaban una
bonita y relajante canción a capella para la obra, que tararee hasta
que llegamos al albergue en que nos quedamos. Mientras tomábamos
algo, observábamos el ensayo.
Nos
pusimos en marcha de nuevo, ese trozo aunque fue corto se me hizo
algo pesado. Nos topamos con una familia entera que estaba haciendo
el camino, a nuestro lado pasó un niño al que Elisa preguntó si
estaba cansado, el respondió muy seco que sí, le hizo otra pregunta
más, le contestó, y muy avergonzado escapó de nosotras xD
Llegamos
a Ponte Campaña, nos quedamos en una casa de campo rústica y
acogedora, dónde volvimos a coincidir con un grupo de tres chicas
que estaban haciendo el camino, que ya habíamos visto varias veces.
A una de ellas la conocíamos como “La famosa” pues cuando
comimos en Ventas de Narón la camarera le dijo que le sonaba mucho
su cara, y ella le respondió que trabajaba en una serie, la cual
nosotras ni zorra idea, su cara nos resultaba familiar, pero... no
sabíamos quien era. La famosa y sus amigas, cuando se estaban
registrando en el albergue de Ponte Campaña, el señor le dijo que
su cara le sonaba, ella dijo que era famosa, pero ya no sabemos si de
coña o en serio, el caso es que como algún día la vea por la tele
me voy a emocionar toda.
Elisa
prefirió antes de ducharse lavar su ropa, mientras yo iba a la
ducha, y le pedí vez a una de las amigas de La Famosa, que iba
detrás de otra de sus amigas. Cuando salió la que se estaba
duchando, me dijo que fuera para el baño a guardar el sitio, que si
no se me iba a colar otra paisana, la verdad es que me daba igual,
pero le agradecí que me avisara y me fui al baño. Cuando la otra
amiga de La Famosa se terminó de duchar, llevaba un sobre de
mascarillas de estas que son de frutas, y lo tenía por la mitad, me
ofreció lo que quedaba ya que se iba a perder, pero tenía el pelo
tan hecho mierda que una mascarilla de papaya no me iba a solucionar
mucho xD y luego no sé que me dijo pero la verdad no la escuché,
sólo quería meterme ya en la ducha.
Le
dije a Elisa que detrás mía iba la paisana que supuestamente se iba
a colar, que estuviera atenta que iba detrás de ella. Cuando salí
de la ducha fui a lavar yo mi ropa, Elisa estaba tumbada en mi cama
mientras esperaba su turno. Lave mi ropa, la tendí, y vi como la
paisana que iba detrás mía estaba lavando su ropa. Llego a nuestras
literas y Elisa se había dormido xDDDD la desperté para que no se
le colara nadie.
Una
vez limpias, fuimos a comer, nos pillamos un bocata y compramos un
helado. Nos quedamos fuera comiéndolo y aquí es cuando entra en
escena la anécdota de la silla verde. Puede que no te haga mucha
gracia, porque contado pierde chispa, pero nos reímos mucho.
Estábamos comiendo el helado tan happys in the garden cuando Elisa
quiso sentarse, había una silla verde, y cuando fue a sentarse....
zas, porrazo on the flour xDDDD fue muy gracioso, lo que pasó fue
que la silla parecía que estaba hecha de chicle, desgastada por el
Sol, una de las patas de dobló, y Elisa terminó en el suelo, pero
antes de caer, encima de la silla hizo un movimiento raro, como una
S... como si bailara encima de la silla sabes? Nos reímos mucho
juntas. Elisa se levantó riéndose, La famosa y sus amigas se dieron
cuenta y le preguntaron si se encontraba bien, que esas sillas muy
seguras no eran dijeron. Elisa salió sin daños, pero su helado no
pudo contar lo mismo...
Después
fuimos a descansar. Nos quedamos dormidas toda la tarde.
Cuando
fuimos despertando, oímos a La famosa y cía comentar de qué se iba
a disfrazar. Como nosotras estuvimos durmiendo como morsas toda la
tarde, no nos enteramos.
En
frente del albergue había un riachuelo con un pequeño molino así
que fuimos hasta allí. Yo metí los pies en río, fue muy relajante,
pero con cuidado para que no se repitiera el suceso de Villafranca,
aunque hubiera sido muy gracioso xD
Como
no quedaban plazas libres en el albergue, el dueño dejó dormir a un
paisano en el molino, que a partir de ahora llamaremos el Calvito
Majo. Se había disfrazo de intento de romano con una sábana y unas
hojas, y al salir nos saludó todo mono el luciendo su modelo.
Cuando
volvíamos al albergue, escuchamos una gaita, el dueño estaba
tocándola en el jardín alrededor de los peregrinos, que le dieron
un un aplauso cuando terminó. Ya casi todos estaban cenando, al
final resulta que sólo se disfrazaron 4 gatos, tampoco había mucho
material para disfrazarse, pero bueno. Al entrar al restaurante el
Calvito Majete, poniéndose las botas nos dijo a ver si nos
sentábamos a cenar. La cena comunitaria era con menú, y nosotras no
teníamos mucho apetito y el restaurante estaba muy lleno, así
pedimos unas ensaladillas y salimos fuera, así también aprovechamos
ambas para hablar por teléfono, que me había llamado mi amiga Isa y
aproveché para hacerle un resumen de lo que habíamos vivido hasta
ahora.
Ya
entrando la noche, mamá me llamó por teléfono y hablamos un rato
largo, después me dediqué a escribir el diario, la verdad es que se
estaba muy bien ahí fuera. Nos fuimos a la cama, y el día en Ponte
Campaña terminó.